LA EMIGRACIÓN CUBANA.. 

por Ulises Bravo Martin

Es un hecho relevante que desde 1959 cientos de miles de cubanos han abandonado Cuba, el destino preferido siempre ha sido Estados Unidos y en particular el estado de la Florida. Actualmente más del 20% de los cubanos vive fuera de su país hermanados en la desdicha y el infortunio de verse en un lugar diferente en el esfuerzo de hacerse un espacio y lograr salir adelante. La razón  fundamental por la que más de medio millón de compatriotas ha emigrado es de origen político. El régimen ha insistido en vender al mundo que el cubano huye de su patria por motivaciones económicas ocultando deliberadamente la sistemática falta de libertades, la desmedida represión y la falta de un adecuado marco jurídico que proteja  cualquier emprendimiento y el libre ejercicio de la iniciativa privada. 

En los comienzos la mayoría de los que emigraban eran ciudadanos poseedores de algún patrimonio derivado de anos de mucho trabajo y que fueron despojados de sus negocios. Solicitar la salida del país implicaba ser criminalizado, vigilado y humillado en su propia casa, eran obligados a abandonar sus viviendas con lo puesto una vez inventariadas sus pertenencias sin derecho a disponer de ellas, los supervisores gubernamentales actuaban con la impunidad que otorgaban los nuevos amos del país. El trato dispensado a quienes solicitaban permisos de salida emulaba el comportamiento de los bolcheviques y nazis en relación con quienes se oponían a sus doctrinas. Se les humillaba llamándoles gusanos en los medios de comunicación y en los discursos de las figuras prominentes del régimen. El odio entre cubanos fue fomentado desde las máximas esferas en los primeros  anos 60 al segmentar la sociedad en gusanos y revolucionarios. En 1980 durante la masiva migración desde el puerto del Mariel cobraron fuerza los actos de repudio frente a los domicilios de los solicitantes de salida del país y todos recordamos la famosa frase del “líder” “no los queremos, no los necesitamos”, el llamado al odio entre cubanos recobraba una nueva dimensión, mientras mas divididos nos tenían mayor era su poder.

Después de la inevitable desaparición del campo socialista el trato al emigrante ha cambiado, la necesidad de divisas ha eclipsado los llamados al odio, aunque la aversión al emigrado continua, inmediatamente vieron el dorado filón que representaba la gusanera fuera de Cuba y la entrada de remesas enviadas solidariamente  con mucho esfuerzo y privaciones por los cubanos a familiares y amigos.  Nueva tabla de salvación a la que se aferra el régimen para conservar los privilegios de la elite verde oliva y enguayaberada, financiar la represión contra el pueblo y actualizar los métodos de su feroz propaganda alargando la agonía del cubano de a pie que es la mayoría. Entregan al beneficiario una tarjeta llamada MLC {moneda libremente convertible), que de libre solo tiene el nombre ya que desde ella es imposible retirar efectivo y su uso se circunscribe a establecimientos estatales gravadas con elevadas comisiones y desorbitados precios.

El los últimos 10 meses casi 200 000 cubanos han abandonado Cuba a través de la nueva ruta centroamericana toda vez que Nicaragua haya eliminado el visado de entrada para los cubanos. Nueva estrategia del régimen para disminuir la presión interna favoreciendo la salida masiva de los descontentos, otra oportunidad del régimen para beneficiarse de los remitentes de divisas y otra vuelta de tuerca a la represión a los disidentes. Esa mal llamada Revolución a la que muchos nos sumamos atraídos por sus promesas de justicia y bienestar ha derivado en un experimento social fracasado y malogrado, encabezada por una casta vividora y en estado de descomposición.